El primero de los siete sacramentos y la “puerta” que da acceso a los demás sacramentos. El Bautismo es el primer y principal sacramento del perdón de los pecados porque nos une a Cristo, que murió por nuestros pecados y resucitó para nuestra justificación. El Bautismo, la Confirmación y la Eucaristía constituyen los “sacramentos de iniciación” por los cuales el creyente recibe la remisión del pecado original y personal, comienza una nueva vida en Cristo y en el Espíritu Santo y se incorpora a la Iglesia, el Cuerpo de Cristo.
Cuando una persona es bautizada es:
Hecho una nueva creación, hijo adoptivo de Dios, hecho partícipe de la naturaleza divina. – CIC 1265
Miembro del Cuerpo de Cristo, que es la Iglesia. – CIC 1267
Liberado del poder de las tinieblas, es introducido en el reino de la libertad de los hijos de Dios. – CIC 1250
Capaz de creer en Dios, de esperar en él y de amarlo por las virtudes teologales; dado el poder de amar y actuar bajo el impulso del Espíritu Santo a través de
Requisitos
Padres
Los padres deben estar dispuestos a educar a sus hijos en la fe católica. El bautismo es el comienzo de la vida sobrenatural, pero ésta debe ser alimentada durante toda la vida.
Los padres deben asistir a una clase de preparación para el bautismo aquí o en su parroquia.
Padrinos / Patrocinadores
Deben ser buenos ejemplos y fuentes de apoyo tanto para el niño como para los padres y ser miembros plenamente iniciados de la Iglesia católica.
Debe estar confirmado y tener al menos 16 años.
Debe estar viviendo una vida casta como soltero o estar casado en un matrimonio católico válido.
Debe vivir activamente su fe, asistir a Misa y confesarse regularmente.
Debe asistir a una clase de preparación para el bautismo aquí o proporcionar prueba de asistencia de su parroquia local.
Sólo se requiere un padrino católico.
